miércoles, julio 19

Inicios


Le dije, ¿Nena, tenemos algo que hacer éste fin de semana? Aun no, me contestó. ¿Ya hemos intentado todo? Para nada, me aseguró. Casémonos, le propuse. Por qué no, después de todo tengo que regresar temprano el sábado, ya sabes, me toca bañar a Poppy...

Me aterra un poco tener un libro de Guadalupe Loaeza entre las manos, pero más me perturba el hecho que ejecutaré en complicidad con mi aburrimiento, ¡lo leeré! Bueno, cuando menos podré decir con más fundamento que ella no me cae bien. El libro se llama...

¡Rayos! ¿Qué es esto? ¡Un larguísimo vello púbico! ¡Que loco! Me dije, mientras los veía escapar por entre la bragueta, sin poder resistirme a la tentación, lo tome entre mis dedos, y lo jale suavemente, y salía y salía, hasta que salió todo, decepcionándome al cerciorar que no era púbico, sino que era un cabello que se había ido para visitar a sus parientes antípodas...

Hay días en los que parece no tienes nada que hacer, mejor aun, ni siquiera quieres hacer algo, me agrada de una manera singular que el tiempo me sobre, que sea holgado y zozobre en su propio andar. Sin embargo, hay veces en las que me considero, por un breve y amargo instante, de una inutilidad inmensa, pues imagino que podría hacer algo aunque sea mínimo. Luego de tal consideración, me provoco forzadamente el vomito de una acción. Ahora, luego de ese amargo trago, he decidido rebotar un rato la pelota en la pared. ¡Vaya, tocan el timbre! A juzgar por el ritmo y la intensidad, es mi locuaz hermana. ¡Qué demonios, me interpeló, no vas a ir a dar tu clase!...

Ella llegó, nunca creí que viniera a ver como cavaba mi propia tumba, siempre se había mostrado molesta cuando le hablaba al respecto. Se detuvo a un metro del agujero, mientras la veía anonadado y ella se sentaba en la tierra, me decía— No te preocupes, continua, no intentaré detenerte, sólo estaré aquí observándote, constatando tu existencia, y veras como mientras más hondo cavas, más requerirás mi mirada, pues apenas roces el filo, infinito se volverá tu apego a esto, regresarás...

Me decían por ahí, que eso de madurar es simplemente como un fijar los pies en la tierra, caminar sobre seguro. Déjenme cagarme de risa por un segundo [seguramente más]. Decía también que madurar es responder y corresponder a una amplia realidad dada. Neurosis, eso es madurar, tiene razón KND, los adultos son, en general, neuróticos. Psicóticos, el resto.

Deduzcamos. Hoy es el día tal del tal mes, del presente año. Si cuando ella me veía fijamente estaba pensando en un pastel. Si tal pastel tenía un relleno de fresas, fresas que no eran frescas, por cierto, sino que más bien eran casi sintéticas. Si lo sintético es, o bien algo producido de forma artificiosa, o bien el resultado de un proceso de síntesis, o bien un juicio que extiende los conocimientos acerca del sujeto del que se habla. Resulta difícil suponer que ella hablara en términos kantianos, al igual que figurarse que las fresas estuvieran en proceso sintético dentro de un pastel. Más fácil es concluir que...

Soñé contigo, lo sabes bien, suele suceder con frecuencia, pero en este sueño me rascabas la oreja, me incomodaba, como siempre que rascan mi oreja. Me decías simplemente que todo aquello era normal...

Un pulpo aprender a abrir una caja roja que contiene un rico camarón, de entre otras de diversos colores que no contiene nada, pese a que —dicen los científicos—los pulpos no pueden apreciar los colores. El narrador del documental concluye lo siguiente: Aunque no pueden apreciar los colores, estos inteligentes animalitos aprenden a distinguir entre las diferentes tonalidades de grises que pueden percibir —agregando luego— así pueden arreglárselas bien sin necesidad de percibir colores. ¡Qué diablos con la vida de estos científicos o documentalistas antropocentristas! ¿No sería más coherente redefinir la noción de color? Creo que...

—¡A los diez años!
—Sí— me decías con sonrojo.
—Mira que también empecé como por esa edad.
—¿En serio?— Se leyó más tranquilo el tono de tu voz.
—En serio, ahora siento mucho alivio al saber que mi caso no era único...

Ayer dormí muy tranquilo, rodeado de millares de pequeños componentes electrónicos haciéndose declaraciones de amor...

domingo, julio 9

Risa


Con una sola mano podrías rasgar toda mi vida y tornarme en una piltrafa embarrada en el asfalto, después de todo, cuando noté esto último, supe que te amaba. Mientras te ame, sé que tendrás siempre el cañón apuntando en mi sien, porque lo puse ahí, porque también cargué el arma, ya que me placería morir por tu mano, sin embargo, es ese el riesgo que exige amarte, y me arriesgo en ésta ruleta rusa. Con todo, sé que también me amas, si no lo hicieras, ya hace tiempo hubieras percutido el cartucho, cada vez que te detienes justo al borde de la desesperación, un segundo antes de saltar de nuevo fuera de éste barco, y vuelves aflojar el dedo sobre el gatillo, todas esas veces me demuestras tu amor. Lo que me preocupa a veces, es que no recuerdes que igualmente estoy apuntándote al corazón. Lo sabías, esto es juego de dos, pero a veces siento que lo olvidas, quizás sólo es miedo mío por no poder aguantar más el susurro del martillo que me clama un estallido.

De todos modos, si no eres tú, si no fuese yo, tarde que temprano alguien cercenará todos nuestros miembros, sin siquiera darnos el gusto de elegir tal camino. Ten por seguro que lloraré sobre tu tumba pase lo que pase, así mismo, te agradeceré infinitamente haberte sobrevivido.

¿No es excitante, después de todo, estar al filo de la muerte y el deseo? ¿La negación de la apetencia y la sublimación de ésta? Dime si no te mueres por clavarme el colmillo en la yugular, ya hemos hablado de esto. También me da miedo eso, he notado bien, que tú me amas más, que mi reciprocidad no es suficiente, y que lo más seguro es que mi mano provoque tu muerte, peor aun, que no reconozca mi crimen, huyendo de la escena. No sería justo, dejarte ahí derramando tu sangre a solas. Te acompañare, insito en que no lo dudes.

¡Rayos! ¡Quiero tirar y no puedo! ¡Puedo tirar y no quiero! ¡Vamos dispara tu primero! ¡Qué me muero de esperar! El sudor no para, la sangre hierve y al instante se congela antes de volver a hervir, todo está en concentración, y el vértigo atenta contra nosotros. ¡Eso es! ¡Nosotros! Nosotros sosteniendo esto que es tan frágil, tan letal, tan vital.

¿Cuánto seguiremos aquí? ¿Cuánto desearemos seguir más?

miércoles, julio 5

5 july




Me doy cuenta ahora, mirando el calendario, un calendario muy viejo, por cierto, que hoy no es domingo, ni miércoles, ya menos, viernes. Hoy es, precisamente el día en que me despedí de ti, aquel día teñido de alucinaciones juveniles, desgarros y arrebatos, meros berrinches de un mozuelo vivaz, pero inepto. No lo niego, aun recuerdo ese día con melancolía, un extraño placer me invade por la tristeza que tu figura evoca. Mas ahora, sólo un signo ilegible, en la trama de mi memoria, es lo que guardo, lo que escondo sin empacho.

Resulta casi una epifanía, que sobre las hojas amarillentas, rotuladas como julio y agosto, se vea una reproducción, sobre papel gauche, de La Persistencia del Tiempo. Silenciosa como los barrancos, sutil como las diminutas hormigas [que frenéticas devoran las pequeñas manecillas que se agitan al ritmo del tiempo], seca como el árbol, y languideciente como las modernas clepsidras, fue así la despedida. Nadie pudo ver lo acontecido en el momento, así tu rostro también se fue diluyendo, con el tiempo, paso tras paso, fuiste desapareciendo. Ni un adiós, ni un hasta luego.

Así es como se pierden las cosas, entre el por siempre y el nunca jamas. Sin saber cómo, el sauce crece, igualmente muere. Todo llanto se ha secado, hoy que por más que busco, ningún rastro encuentro, sólo sal ha quedado.

Dalí miente, ni siquiera el tiempo persiste.

Éstas letras de sal se borrarán.

[He vencido a la Quimera. Tuve que volcar al cosmos de cabeza, y destazar todas mis vísceras, para hallar, en la simplicidad del río, el veneno que acabara con todo ese fuego. De las húmedas cenizas ha surgido un verdor nuevo, sobre el cual, descalzo y sin miedo, me paseo, tranquilo, contento.]