sábado, diciembre 30

Desierto


Justo ahí, en el comienzo erótico del movimiento: tu arma justo entre mis ojos, la mía sobre tu corazón, gritaste que ¡no!

¡No, no y no!

Retiraste tu arma, la enfundaste de nuevo, ni siquiera parpadeaste ante la posibilidad de que acabara contigo.

¡Olvídalo!

Te volviste de espaldas, y te fuiste, no sé si volverás.
Pero aun esperó aquí. Imagino que tan sólo fuiste a dar un paseo antes de regresar a aniquilarme. Nos hubiéramos podido hacer tanto daño, provocarnos tantas pasiones, perder tantos sentidos.
Cada día que pasa limpio cuidadosamente mi arma, no vaya a ser que aparezcas y me encuentres desprevenido, que muera sin saber quien es mi asesino.
Seguiré esperando, frente a este juego inacabado, enganchado a las sombras de la vida, embebido por la muerte de esta pasividad.

¿Qué más me queda sino esperarte?

miércoles, diciembre 6

Pixel



¿All alone?


Que nos encubramos en la oscuridad solo hace menos evidente nuestra compañía, pero aquí estamos, nunca nos fuimos, tienes todo nuestro apoyo para que sigas reluciendo como nunca.





Las estrellas pueden tiritar en medio del frío sideral, incluso su radiante esplendor puede titubear ante nuestra mirada, pues en su seno crece la soledad y la angustia, pero es ahí mismo de donde brota el fuego incesante ese jovial ardor de vida que las vuelve divinidades celestes.