lunes, mayo 1

Trípode

Tres libres leonas rugían fuerte en la sabana. Es cierto, las leonas no suelen rugir, pero eso no implica que no lo hagan sólo por contradecir a los sapientísimos zoólogos. Rugían pues, justo antes de buscar una suculenta yugular que morder. No imagino, no con gran precisión, que sentirá su presa al momento de enterrarle el colmillo. La victima debe andar vacilante justo en el filo, entre la agonía y el éxtasis, no menos estarán en el mismo camino su tríada de victimarias. Saboreando carne de su carne. Perdiendo sangre de su sangre. Es sólo la tierra devorando la tierra. Gea jugando al amor. Luego de tan sutil instante , un vacío, preludio a la descuartización. Tres hocicos de leonas atestados de carne, no rugirán más, no por un tiempo, preferirán roncar. Un juego llamado vivir para matar.
Ha sucedido de nuevo, que mi muerte es todo un reto, o que es cosa tan sencilla, que o bien hay enorme esfuerzo en eliminarme, o bien soy campo de prueba para legos, y hasta la más mínima bacteria atenta contra mí. Cuando la vanidad me domina me creo un desafío para toda infección, imagino que toda colonia bacteriana se ensaña conmigo para ver si siendo más me vuelven menos. Mas cuando recobro un poco la vulgaridad, he de confesar que hasta un nimio parásito podría acabar con mi vida, con este mal cuidado armatoste biológico. ¡No se esfuercen tanto! Les pito y les repito. Caso, no me hacen. Últimamente han cambiado de estrategia, pero persisten en ella, han centrado su base en mis amígdalas, esa parte tan central y tan olvidada. Tres ofensivas ya que realizan. Por hoy, aun no ganan, mas pronto, prontísimo ni como defenderme, pues ha matado mis defensas, ahora sólo quedan fantoches tras trincheras.
Bacterias y leonas, yugulares abiertas

1 Comentarios:

Blogger Violette escribió:

ya deje de fumar!!!

y verá como las cosas mejoran

lunes, mayo 01, 2006 10:52:00 a.m.  

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