martes, mayo 30

Bonsái


Géminis habías de ser, era inevitable que te dibujaras de dos maneras, por dos trazos, paralelos y entramados, vaya paradoja en la que navegas, y mejor aun, que sorteas como la experta que eres, sin caer en ningún extremo del abismo, sin olvidar tocar cada cumbre del mar. En tu seno coexiste la ternura al lado del coraje, el sutil afecto recostado junto al febril desgarro, calma y tormenta. Me sorprende más aun, que no se mezcle en tu interior, que todo se halle tan limpiamente delimitado, tan claramente discernido. Aun cuando las proporciones varíen con las circunstancias, y estas a su vez con el tiempo, pareces nunca perder el límite, la demarcación de cada terreno, acabas siempre replegándote en la equidad, en tu paridad, que es disparidad, convergencia de los contrarios en una tensión irresoluta pero indisoluble. Que vericuetos tan intrigantes surgen en el intento de explicar tu naturaleza astral. Más sencillo decir que el misterio que escondes ahí en tu cuerpo, misterio muy misterioso, que nadie sabe, es lo que me atrae, lo que me deja admirándote con perplejidad, tan pasmado que sólo en tu ausencia soy capaz de articular palabras de halago, incluso de intentar explicar tu misterio.
20 pasitos, veinte granitos cayeron de la clepsidra, y ni aun pasando una veintena más lograría comprender que guardas ahí tras tu estrella, ni de donde mana tu brillo, ni por donde comienza tu sombra, ya menos será que querré saber de tu ocaso, siendo como eres, tanto resplandor. Empero, hoy simplemente quiero felicitarte, por haber llegado hasta ésta rama, por haber trepado hasta aquí con tanta valentía, y con tanta decisión, con la voluntad que te caracteriza, felicidades pues, hartas que sean la futuras felicidades. Que la alegría hoy, y recuerde que siempre es hoy, insufle todas las venas, desde la más alta hoja hasta la más recóndita raíz, del bonsái celeste en que habitas, que tu mundo etéreo sea plagado de verdor.
¡Júbilo pues, que hay que festejar para usted!